El hidrógeno
como antioxidante

En 1966, el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón admitió que el agua ionizada era beneficiosa para la salud y autorizó los equipos domésticos para la producción de este agua. En 1994, para promover el uso del agua ionizada en la sociedad japonesa, fue creada la Fundación de Aguas Funcionales, con el soporte del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón.

El agua hidrogenada se vende embotellada en multitud de comercios en Japón, indicando en el etiquetado el potencial antioxidante en milivoltios.

La oxidación es imposible con agua hidrogenada.
Si hacemos la prueba veremos que el hierro sumergido en agua normal se oxida, mientras que en agua hidrogenada no. Un 70% de nuestro cuerpo es agua, en la que se sumerge el 30% restante. El aporte de electrones del agua hidrogenada reducirá nuestra oxidación.

Tamaño del HIDROGENO respecto a otros ANTIOXIDANTES

Al ser mucho más pequeño que otros antioxidantes, el hidrógeno es capaz de penetrar en el núcleo de las células, protegiendo el ADN del ataque de los radicales libres.
Asimismo el hidrógeno es uno de los pocos antioxidantes capaz de atravesar la barrera hematoencefálica y por ello es antioxidante en el cerebro.

Además el agua hidrogenada, al estar ionizada, se reagrupa formando agua hexagonal (6 moléculas), llegando mucho mejor a nuestras células que el agua normal (12 a 14 moléculas).

El agua hexagonal forma un potente enlace covalente con la molécula de hidrógeno, de forma que cuando nuestras células se hidratan, junto con el agua reciben el hidrógeno antioxidante.